El Grupo Bartolomé ha puesto en marcha recientemente un ambicioso proyecto para ampliar la infraestructura de su Ciudad del Automóvil Norte, en Colmenar Viejo.

Se trata de un gran taller de carrocería de 2.500 m2, dotado de la última tecnología en reparación de carrocería, posicionándose como uno de los más grandes y tecnológicos de nuestro país.

Con este taller se ha dado un paso de gigante y se ha avanzado al “siguiente nivel” para dar un servicio de altísima calidad a todas las concesiones del grupo.

Personal:

El taller funciona de forma pulcra y con un orden perfecto, a modo de cadena de montaje. Todas las mañanas amanece impecable, ya que se limpia y ordena a diario, para que sus 28 técnicos certificados comiencen con su trabajo, cada uno en su puesto, con las mejores herramientas y maquinaria, siendo cada uno de ellos experto en su labor.

Se trabaja con precisión de relojería, y lo mejor es que ves las caras de todos ellos y sonríen, se sienten bien, se sienten seguros porque saben perfectamente lo que tienen que hacer y cada uno de ellos cuenta con las mejores herramientas, porque no se ha escatimado en gastos. También cuentan con los conocimientos necesarios, y además disponen de formación periódica para ir actualizándolos en su sala para formación en el propio taller. Se ha pensado en todo.

Funcionamiento:

Conceptualmente el taller está organizado en base a dos tipos de reparación: Servicio Rápido y Servicio Convencional, cada uno de ellos con su correspondiente planificador de citas.

El servicio rápido se sitúa en la zona que denominan “Zona de Alto Rendimiento”, señalizada con una franja azul en la entrada del taller, donde se sitúan todos los vehículos de hasta 7 horas de mano de obra o tres piezas dañadas.

Por su parte, los vehículos con reparaciones mayores en tiempo y piezas se sitúan en la parte izquierda de la entrada. Zona a su vez de montaje/ desmontaje de los coches.

El proceso de reparación tiene un recorrido circular y es el siguiente:

  1. Desmontaje
  2. Reparación
  3. Pintura
  4. Montaje
  5. Lavado
  6. Control de calidad

Siempre se hace igual y con un orden germánico para que el engranaje funcione a la perfección. Esto permite optimizar los tiempos al máximo, lo que supone una gran ventaja para los clientes, ya que se les entrega su vehículo en tiempo récord.

Tecnología:

Aunque todo lo que hemos explicado hasta ahora ya es suficiente revolución en comparación con un taller convencional en España, la tecnología realmente es el punto fuerte de este nuevo taller de chapa del Grupo Bartolomé.

Empezando por lo más sencillo, que son los 4 lavaderos manuales de preparación previa. Y los 4 puentes de lavado automático, uno de ellos especial para vehículo industrial, que están dotados de rodillos anti huella, todo está concebido para entregar el vehículo a su dueño con un acabado de la máxima calidad.

El taller está dotado de 10 puestos de reparación para servicio rápido y otros 10 para servicio convencional, cada uno de ellos con herramientas y maquinaria específica de última generación, como la bancada láser, el puesto para reparación de carrocería de aluminio, o el de vehículos híbridos y eléctricos con personal certificado y maquinaria Ad-Hoc.

En cuanto a la pintura, el taller cuenta con 5 cabinas de pintura, 2 de ellas de pintura rápida y una de ellas especial para vehículo industrial. Todas ellas completamente informatizadas con laboratorio de pintura con espectrofotómetro, que hace una lectura exacta de la pintura del propio vehículo de cualquier modelo y marca del mundo, y con un sistema ultravioleta de secado rápido.

Por último, para conseguir un acabado perfecto, el final del recorrido de todos los vehículos es la cabina de control de calidad, dotada de una iluminación que imita la luz diurna para escudriñar cualquier posible defecto y subsanarlo. El Grupo Bartolomé ha realizado un esfuerzo titánico en inversión para este gran proyecto, pero una vez que esté funcionando a pleno rendimiento, esperan que sea un motivo de orgullo y un referente para el sector del automóvil.